Después de tres meses trabajando sin apenas descanso y sabiendo que durante estas semanas de diciembre tendremos todavía mucho más trabajo, cuán agradable fue recibir la noticia de que durante estos cuatro días tendría puente y podría disponer al fin, de un poquito de tiempo libre.
Desde Basalú nos dirigimos a Espinelves, parando durante el camino en Castellfollit de la Roca, un pueblo asentado sobre un acantilado, resultado de la erosión de los ríos sobre las corrientes de lava de antiguas erupciones volcánicas y cuyas casas colgantes ofrecen una panorámica espectacular.
Todos los años se celebra en Espinelves la "Fira de l'Avet". Las calles de esta bonita villa se llenan de personas que se acercan hasta este lugar para comprar el abeto de Navidad. Y aunque nosotros decidimos no cargar con abeto alguno, nos llevamos como recuerdo del lugar, cocas de azúcar y ratafía, licor elaborado a partir de frutos, especias y hierbas.
Nuestra idea era llegar pronto a Vic para recorrer el gran mercado medieval, pero lo cierto es que no llegamos hasta la noche. Sin embargo, todo el casco antiguo de la ciudad estaba repleto de gente y todas las paradas montadas.
Y es que durante el puente de la Constitución, el reloj de la ciudad de Vic da un salto atrás en el tiempo cuando los colores, sonidos y aromas del medievo inundan sus calles.
Así que aprovechando estas mini vacaciones decidimos poner rumbo al norte de Catalunya para descubrir algunos de los pueblecitos más pintorescos de la región que actualmente están celebrando sus fiestas populares.
Como habían anunciado que éstos serían los días más fríos del año y siendo yo, una persona con una circulación sanguínea horrible, no quería quedarme helada y me abrigué a conciencia: dos pares de calcetines, leotardos, pantalones, botas, camiseta interior térmica, dos camisetas de manga larga, polar, chaqueta de borreguillo con gorro incluido, bufanda y guantes. Y como elementos accesorios metí en la mochila: dos pares más de calcetines, otros guantes y una chaqueta especial de montaña.
Nuestra intención era salir a primera hora de la mañana, pero nos quedamos dormidos. Y aunque finalmente empezamos el viaje más tarde de lo planeado, durante todo el trayecto disfrutamos de un hermoso día, pues salvo aisladas nubes, el cielo estaba completamente despejado y si bien las temperaturas habían bajado considerablemente, lo cierto es que no hacía nada de frío.
Empieza el viaje.
Nuestra primera parada fue Besalú, antigua fortaleza entre dos ríos y hermosa villa medieval situada en un cruce de caminos. Su arquitectura la convierte en uno de los rincones mejor conservados de Catalunya y el aire medieval que se respira entre sus calles llenas de recuerdos hacen de ella un lugar único.
Llegada a Besalú.
Vista de Besalú desde el puente.
Entrando a la ciudad medieval.
Iglesia de San Vicente.
Basalú a orillas del río.
Desde Basalú nos dirigimos a Espinelves, parando durante el camino en Castellfollit de la Roca, un pueblo asentado sobre un acantilado, resultado de la erosión de los ríos sobre las corrientes de lava de antiguas erupciones volcánicas y cuyas casas colgantes ofrecen una panorámica espectacular.
Castellfollit de la Roca.
Todos los años se celebra en Espinelves la "Fira de l'Avet". Las calles de esta bonita villa se llenan de personas que se acercan hasta este lugar para comprar el abeto de Navidad. Y aunque nosotros decidimos no cargar con abeto alguno, nos llevamos como recuerdo del lugar, cocas de azúcar y ratafía, licor elaborado a partir de frutos, especias y hierbas.
Iglesia de San Vicente.
Empieza a caer la tarde y rozamos los cuatro grados.
Nuestra idea era llegar pronto a Vic para recorrer el gran mercado medieval, pero lo cierto es que no llegamos hasta la noche. Sin embargo, todo el casco antiguo de la ciudad estaba repleto de gente y todas las paradas montadas.
Y es que durante el puente de la Constitución, el reloj de la ciudad de Vic da un salto atrás en el tiempo cuando los colores, sonidos y aromas del medievo inundan sus calles.
Plaza Mayor de Vic.
Mañana a las ocho menos cuarto volverá a sonar el despertador recordándome que la rutina empieza de nuevo y que mis días libres han acabado. No sé cuándo volveré a tener vacaciones, pero lo cierto es que no me importa demasiado pues ya empieza a dibujarse una sonrisa en mi cara porque sé que tengo, un trabajo que me encanta.
DICIEMBRE 2012
molt guapas las fotos molt explicativas las fotos enserio laura ets una crack!!!
ResponderEliminarORIOL
- Vols dir que anem bé seguint aquesta carretera?.
Eliminar- Si el GPS diu que és per aquí, es que és per aquí.
- Perfecte!. Por cierto, sube la música que suena la canción de Malta.
Y ahí estábamos, en una carretera que parecía alejarnos cada vez más de nuestro destino, pero sonando de fondo FUN a todo volumen.
Wow, por la forma en que explicas y las fotos que subes a tu blog, haces que los demás viajemos contigo...
ResponderEliminarSaludos
Y después de una agotadora jornada de trabajo, no hay sorpresa más agradable que encontrarse un comentario como el tuyo.
EliminarGracias por viajar conmigo.
Gracias a ti, y espero a ver a donde nos llevas en la próxima...
EliminarMiss L, Felices fiestas y espero que siga llevándonos a pasear por el mundo con sus viajes...
EliminarBuenas fiestas para Usted también Sr. Melomaníaco.
EliminarDe momento no puedo llevarle de viaje por falta de tiempo, pero le voy a regalar algo: http://www.youtube.com/watch?v=vBWCphAu8ik.
Maravillosa película y fabulosa banda sonora. Un conjunto inolvidable.
Gracias. Prometo verla, ¡qué música! así como le debo un libro, no crea que se me olvida.
EliminarSaludos desde este lado del mundo.