La vida es lo que hacemos de ella. Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos.

28 de diciembre de 2012

Ávila, la ciudad amurallada

     Hasta hace unos días para mí este rinconcito era tan sólo un lugar donde relatar mis experiencias viajeras, un lugar donde poder, de alguna forma, inmortalizar mis viajes. Sin embargo, durante estos últimos días he descubierto que es más que eso, es un punto de encuentro, un lugar en el que ahora sé que puedo encontrar a determinadas personas, aquéllas que esperan viajar  a través de mis relatos, aquéllas que me animan a no dejar de escribir nunca, aquéllas que se preguntan cómo sería mirar el mundo con mis ojos y aquéllas otras que desde la sombra siguen mis viajes para, simplemente, saber que estoy bien.

     No encuentro mejor forma para agradecer a esas personas tan hermoso descubrimiento, que compartiendo con ellas, una de mis grandes pasiones y que es la razón que hace posible este encuentro.      
 
      Hace dos años por estas fechas, y aunque no era la idea que en un primer momento rondó por mi mente, emprendía un viaje al centro de la Península. Era la primera vez que iba a pasar las fiestas navideñas fuera de casa y debo decir, que una extraña sensación me acompañó durante todo el viaje.
     Precisamente porque sabía que estaría lejos, antes de marcharme dejé organizados un par de regalos sorpresa. Y es que si tengo alguna debilidad, es la fascinación que me produce ver esas reacciones espontáneas que uno experimenta cuando recibe algo sin esperarlo. Por la llamada y el mensaje que recibí en Fin de Año, pude comprobar que aquellos detalles sorpresa habían sido de lo más acertados.
 
     Como decía, estaba apunto de regresar a una de las ciudades que más me han maravillado de todas las que he visto en este país, pues hay ciudades que poseen un encanto único y al recorrer sus calles te sientes retroceder en el tiempo. Situada al abrigo de la Sierra de Gredos, es Ávila, una de esas ciudades. 
     Reconocible por su muralla de dos kilómetros y medio repleta de alamenas, torres y puertas, es sin duda uno de los recintos medievales amurallados mejor conservados de Europa. Tras esta muralla se esconde, el gran esplendor pasado.
 
Muralla de Ávila.
 
Puerta principal frente a la Plaza de Santa Teresa.
 
     Al franquear la muralla, nos adentramos en un laberinto de estrechas calles, divisando por momentos la hermosa Catedral, que asoma entre los edificios. Ésta, se encuentra adosada a la muralla, combinándose de forma armoniosa alamenas y matacanes con uno de los primeros templos góticos de España.
 
 
 
 
Catedral de Ávila. 
 
 
Plaza Adolfo Suárez. 


 
 
 
     Para cualquier viajero resulta obligado recorrer la ciudad paseando por su muralla desde su adarve, dejando que sus ojos se pierdan en el horizonte de un paisaje puramente castellano.

 Subiendo a la muralla.
 
 
 
 
 Iglesia de Santiago.
 
 
Plaza de Santa Teresa.

 
 Paseo Rastro.
 
Basílica de San Vicente.

 
Puerta del Carmen.

     Sin duda la imagen más fascinante de Ávila se obtiene al anochecer, desde el Humilladero de los Cuatro Postes situado a las afueras de la ciudad. Desde este lugar se puede contemplar una de las panorámicas más bellas e impresionantes de la ciudad amurallada.

Puente sobre el río Adaja.
 
Ávila desde el Humilladero de los Cuatro Postes.

     Quizá no tendré vacaciones estas navidades, pero impaciente estoy por invertir parte de mi salario en una nueva cámara de fotos y en continuar viajando. Pues como alguien me dijo una vez: "When Laura earns money, let the world tremble!".

DICIEMBRE 2010
 

5 comentarios:

  1. Gracias por el viaje y... ¡Qué buenas fotos!

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    1. A Usted quería yo encontrar por aquí, pues no podía acabar el año sin regalarle algo.

      Espero que al igual que a mí, le haga viajar: http://www.youtube.com/watch?v=tG_hDYqdpqs. Y si tiene la oportunidad, asista a uno de sus conciertos.

      Le deseo, desde este lado del mundo, un buen inicio de año.

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  2. Me ha dejado sin palabras su obsequio Miss L. Tanto que, con su permiso, he decidido compartirlo en mi blog.

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    1. Es todo un placer poder llegar a sorprenderle hasta dejarle sin palabras.

      Compartida, la vida es siempre mucho más hermosa. Ya sabe, sólo así se consigue esa emoción colectiva, ese júbilo compartido...

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