El contrabando entre Andorra y Cataluña ha pasado a ser una de las actividades más habituales durante los últimos años dado los bajos precios que en suelo andorrano tienen productos como el alcohol y el tabaco. Estas circunstancias han fomentado la creación de toda una organizada estructura para sacar en grandes cantidades y de forma irregular dichos productos a través de rutas furtivas no sometidas a control aduanero. Así es como la ruta de los contrabandistas se ha convertido sin duda, en una de las rutas clásicas de Andorra.
Esta conocida ruta consiste en realizar el mismo recorrido que realizaban los antiguos, o no tan antiguos, contrabandistas, cruzando la frontera hispano-andorrana por pistas de tierra desde el pueblo de Pal al pueblo de Tor al que sólo es posible acceder en verano cuando el deshielo permite su entrada. Se trata ésta de toda una aventura a través de parajes de gran belleza que nos van regalando espectaculares vistas de las cumbres de las montañas de Andorra y del Pirineo Catalán.
Y así, al más puro estilo contrabandista, iniciábamos la ruta a primera hora de la mañana tras haberme dejado convencer sin demasiada dificultad por la secretaria del despacho para acompañarles en tan interesante travesía y tras haber conseguido solventar los inesperados contratiempos de última hora de nuestro 4x4.
Tras la llegada del resto de compañeros de ruta decidimos distribuirnos en distintos grupos, cada uno de ellos formado por tres coches, y emprendiendo yo la aventura junto a un amigo de la secretaria del despacho al que ni siquiera conocía. Decir que fue todo un placer ser su copiloto durante los dos días que duraría nuestra travesía por Los Pirineos tras hacer noche en Andorra.
Esta conocida ruta consiste en realizar el mismo recorrido que realizaban los antiguos, o no tan antiguos, contrabandistas, cruzando la frontera hispano-andorrana por pistas de tierra desde el pueblo de Pal al pueblo de Tor al que sólo es posible acceder en verano cuando el deshielo permite su entrada. Se trata ésta de toda una aventura a través de parajes de gran belleza que nos van regalando espectaculares vistas de las cumbres de las montañas de Andorra y del Pirineo Catalán.
Y así, al más puro estilo contrabandista, iniciábamos la ruta a primera hora de la mañana tras haberme dejado convencer sin demasiada dificultad por la secretaria del despacho para acompañarles en tan interesante travesía y tras haber conseguido solventar los inesperados contratiempos de última hora de nuestro 4x4.
Esperando en Tirvia al resto de compañeros de ruta.
Aprovechando la espera para descubrir el pueblo.
Ahora sí, iniciamos la ruta de los contrabandistas.
Primera parada: Tor.
Proseguimos la marcha.
Segunda parada: Coches abandonados.
Tercera parada: Campamento.
Continuamos.
Cuarta parada: Dejando a los hombres del grupo juguetear con la nieve.
Quinta parada: Inmediaciones de Alins para hacer noche en Andorra.
Seguimos con la ruta a la mañana siguiente.
Sexta parada: En lo alto de una montaña cuyo nombre no consigo recordar.
Séptima parada: Refugio en el que paramos para preparar la comida.
Nunca antes había realizado una ruta por Los Pirineos y mucho menos como copiloto en un 4x4, pero la verdad es que la experiencia me encantó y animo a cualquiera a que se lance a la aventura y recorra estos parajes de excepcional belleza.
